TC2000
Gabriel Furlán recorrió el circuito y delineó aspectos de seguridad.
El piloto y Vicepresidente de la categoría recorrió el circuito y delineó aspectos de seguridad.
"Las obras en el autódromo que tienen que ver con la seguridad no se discuten, no son negociables y hay que hacerlas sí o sí", subrayó ayer Gabriel Furlán
Indicó que en vista de las conocidas demoras en las obras de ampliación del circuito y a la excelente relación que existe entre la categoría y el Automóvil Club Oberá (Aco), la competencia sería reprogramada para el 18 de noviembre, siempre y cuando se llegue en tiempo y forma con las obras complementarias. Por otra parte, descartó de plano que se vuelva a correr en el trazado chico.
En principio, el asfaltado concluiría el 30 del corriente, tras lo cual se deberán realizar obras de seguridad, como un muro de contención de 120 metros de largo en la curva de la extensión.
“Para nosotros sería muy malo suspender la carrera este año, porque estaba prevista y no nos gusta fallar. Ponerle una fecha y no cumplir es malo para el Aco y para el TC 2000”, reconoció.
De todas formas remarcó: “El hecho de que yo esté acá significa que hay mucha voluntad de parte del TC 2000 de venir a Oberá, sino por plazos la carrera estaría cancelada”.
“Con la gente del club nos resta evaluar si podremos o no hacer la carrera este año. Ese es el segundo paso, el primero era ver el estado de situación del autódromo y definir los temas de seguridad”, agregó Furlán. Tampoco quiso arriesgar plazos, aunque ponderó la trayectoria del club local, lo que incidiría favorablemente.
Respecto al trazado en sí, opinó que “es espectacular, a mí encanta. Va a combinar una parte lenta, como era, con un sector muy rápido como el nuevo. Eso plantea un desafío técnico y abrirá posibilidades de sobrepaso”. Resta poco margen, aunque aún existe una luz de esperanza para que la categoría continúe, como ya es una característica, en la Capital del Monte.
Fuente El Territorio
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