Puntero del Misionero

Jorge Litwiñiuk es el puntero del campeonato del TC Misionero y sabe que le faltan pocos puntos para alcanzar por primera vez el título de la máxima categoría. Hoy el posadeño le lleva a su escolta, Jorge Báez (Chevrolet), 26.5 puntos y si en la octava fecha del campeonato, que se disputará el fin de semana en Oberá, logra una jornada perfecta (27 unidades), y ni Báez ni Beitia suman, quedará a un punto de consagrarse.
Es por ello que Litwiñiuk saldrá a poner toda la carne al asador. Para la octava fecha su Chevrolet tendrá un nuevo motor, ya que en la carrera anterior el impulsor se rompió.
Ahora encara la definición al todo o nada: “Ya tenemos el dos en los laterales y ahora vamos a buscar el uno”, dijo sin problemas.

“Voy a correr pensando en que hacen ellos (Báez y Beitia)”, agregó.
Y sobre la carrera del fin de semana explicó: “Estoy convencido que el público verá una hermosa carrera, tanto Báez como Beitia son buenos pilotos y ambos tienen muy buenos autos, ninguno aflojará. Yo ya tengo el dos, ahora quiero el uno. Ese es nuestro objetivo, ganar y salir campeones cuanto antes”.
En la temporada anterior el título se le escapó de las manos y esa experiencia le sirvió de lección: “Con Crispín llegamos al final muy cerca en el 2006, por eso no me puedo distraer. Con lo que aprendí no repetiré lo de la última fecha del 2006, si llegamos en las mismas condiciones, me voy a jugar más, no voy a perdonar tanto”.
Por su parte, el escolta, Jorge Báez afirmó que “voy a salir a presionar para que cometa algún error o se rompa el motor de él (por Litwiñiuk) y yo lo pueda aprovechar”.

“No tenemos el auto más rápido, pero sí tenemos un auto llegador y eso en una final a 15 vueltas puede ser fundamental”, agregó.
El auto de Báez fue repasado a nuevo en el taller de Yost en Alem.
“Voy a tratar de terminar lo más adelante posible. Hace dos fecha nadie me tenía en los planes y ahora vuelvo a tener chances. La esperanza es lo último que se pierde”, explicó.

Por último, el tercero, Crispín Beitia, adelantó su objetivo para las tres carreras que faltan: “voy a salir a ganar las tres carreras porque se lo debo a la hinchada de Ford y a los chicos del equipo. Después si se da el campeonato mejor, pero sabemos que es casi imposible. Si Litwiñiuk es inteligente no se le puede escapar”.
Sobre la mala racha que lo acompaña (abandonó en las tres últimas) Beitia puntualizó: “Si se rompe el motor que se rompa adelante, son fierros y esto puede pasar, son rachas y esperemos que se corte en Oberá”.

Fuente: Territorio Digital